Como yo lo veo, existe el dolor físico y el dolor emocional. Se pueden experimentar juntos o por separado, pero nadie puede decir que uno es mas fuerte o devastador que el otro. Ambos tienen el mismo efecto sobre la mente y el cuerpo; ambos te producen desgaste, deseos de rendirte, apatía, y ambos le imponen estrés a tu organismo, creando un círculo vicioso en el que la posibilidad de superarlo se hace cada vez mas difícil.
Si se sufre de mucho dolor físico, sobre todo por períodos prolongados, es decir de forma crónica, eventualmente, este dolor puede empezar apachurrar tu espíritu, a machacar tu alma, causándote depresión. Especialmente en el caso de la fibromialgia, en donde usualmente se experimenta dolor de manera generalizada, constante y muy intensamente.
Si se sufre de depresión, ésta puede terminar abrumando tu mente, lo que puede traducirse en dolor físico (como un efecto psicosomático) o si ya se tiene alguna condición de dolor crónico, lo mas probable es que la depresión incremente el dolor.
Se imaginan entonces que pasa cuando una persona con una fibromialgia de moderada a severa, también experimenta una depresión, y aunado a esto, puede ser que no cuente con un sistema de soporte moral o emocional? Las repercusiones pueden ser terribles, llegando a pensar incluso en la muerte. Aunque no creo que pensemos de forma conscientes en suicidarnos, es muy probable que lleguemos a desear morir y terminar con todo (como una forma de escape para buscar paz).
Estos son realmente los momentos mas difíciles que un paciente de fibromialgia pueda tener que enfrentar, y aunque la mayoría de las veces solo ocurren como crisis ocasionales, existen casos severos donde ocurre prácticamente todo el tiempo.
Definitivamente no existe un tratamiento, un medicamento o una solución para esto. Básicamente depende de nosotros mismos y de lo que decidamos hacer al respecto. Aunque la mayoría del tiempo puede parecer que tenemos esta situación bajo control, muchas veces los problemas diarios, económicos o familiares te afectan tanto que no puedes evitar caer en depresión. Y esto no debe ser visto como una debilidad, sino como un punto de quiebre en un ser humano que vive constantemente haciéndole frente a una condición que la mayoría de las personas no podrían soportar durante 2 días seguidos. No puedo hablar por lo demás, pero voy a compartirles como manejo yo, estas situaciones en mi propio caso.
- Para mi los antidepresivos son fundamentalmente de gran importancia. Llueva, truene o relampaguee, yo procuro tomarlo todos los días, y estar pendiente de cuando se me está acabando, para comprar un paquete nuevo y nunca quedarme sin ellos. Yo tomo Fluoxetina, que muchos conocen como Prozac, pero el Prozac es extremadamente caro, y la Fluoxetina que me ha proporcionado el Seguro Social es de tan mala calidad, que parece que no estuviera tomando nada; así que me dediqué a buscar una marca (no precisamente genérica), porque aunque deseaba una solución no tan costosa, también soy consciente de que "lo barato sale caro", y afortunadamente encontré una llamada Neupax 20 (sin ánimo de hacerle propaganda a ningún producto). Todos los días religiosamente me tomo una pastilla en las mañanas, y puede decir con toda certeza, que las veces que me he quedado sin tomar el medicamento por varias semanas, he tenido serios problemas a parte de la depresión misma, como hipersensibilidad, sensación de sentirme atacada por los demás, tendencia a ser beligerante, mi percepción de las situaciones y actitudes de otros se vuelve negativa, suelo explotar en llanto a la menor provocación, me cuesta manejar los problemas de una forma ecuánime, en fin, es obvio que el antidepresivo me hace falta. Además, los dolores se magnifican notablemente y bajo ciertas circunstancias, hasta he llegado a pensar que ya no quiero vivir mas. Por eso, cuando mi esposo me dice que espere unos días para comprar el medicamento porque se necesita el dinero para otra cosa, yo le digo tajantemente (a modo de broma, pero con algo de verdad) que mejor lo usemos para mi medicina, porque sino en pocos días voy a estar pensando en suicidarme. Así que es realmente importante considerar el tema del antidepresivo para contrarrestar los efectos de la depresión y el dolor.
- Salir de la cama es otro de los grandes problemas con los que me toca luchar cuando paso por estas crisis depresivas, es un asunto difícil de lograr. A parte del hecho de que prácticamente no se puede dormir casi nada durante de la noche cuando tienes fibromialgia, el hecho de despertamos en la mañana tan adoloridos, es la primera razón para no desear salir de la cama; te dices a ti mismo... me duele mucho y no me quiero ni mover. Pero cuando me quedo en cama un rato mas esperando que el dolor disminuya un poco, empiezo a pensar que realmente no tengo ninguna razón que me obligue a salir de la cama. Usualmente alguien me ayuda con el desayuno y me lo trae a la cama, así es que permanezco en ella y me quedo viendo televisión o algo así, y eventualmente me vuelvo a dormir. Y cuando me doy cuenta, ha pasado prácticamente todo el día y no he hecho nada productivo y solo he salido de la cama para ir al baño. Eso no es vida. No está bien ni es sano. Pues bien, me permito unos 2 o 3 días de esto, pero máximo al tercer o cuarto día me obligo a sentarme en la sala, en el comedor o en la terraza, aunque sea haciendo nada. Salir de la cueva, cambiar de ambiente y ver la luz del día provocan cambios positivos en tu cerebro. Otra cosa que hago cuando me quedo en cama es hacer listas de todas las cosas que tengo pendientes alrededor de la casa o que quisiera hacer y las anoto en el celular. Generalmente las repaso en la mañana, buscando algo que me motive a levantarme y desafiándome a mi misma a salir de la cama y realizar aunque sea una cosa de mi lista, aunque en el fondo aspiro a realizar mas de una.
- Otra de las técnicas que utilizo para irme sacudiendo la depresión y tratar de regresar a mi estado normal (que bueno... de normal no tiene mucho ante los ojos de las personas sanas), es pensar en algo que yo sé que realmente me gusta hacer, como visitar a alguien, comer una comida favorita, hornear algún postre especial, salir a tomar café con una amiga querida, jugar algún juego de mesa con familiares o amigos... y hacerlo. Uno puede pensar "no tengo la fuerza o no estoy de humor", pero si te obligas hacerlo, pones tu mejor cara y tratas de sacar el mayor partido de la situación, te darás cuenta que resultó una experiencia positiva que te ayudó a superar ese mal momento. Te lo digo por experiencia propia.
Sacudirse las crisis de depresión no es tarea fácil, pero quienes sufrimos de enfermedades de dolor crónico, como fibromialgia, artritis, lupus, etc. y tenemos tendencia a la depresión, al menos sabemos que lo mas importante es que son temporales y que solo depende de nosotros como salir adelante.
Mil Bendiciones para ti!
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