lunes, 30 de enero de 2017

Las mejores sensaciones del mundo

Hay ciertas cosas en el mundo que a pesar de ser super sencillas, son extremadamente reconfortantes, y muchas veces las pasamos por alto, porque podemos verlas como algo no tan importante. 

Realmente, ninguna de ellas constituyen bienes materiales que pudiéramos agregar a nuestro haber, sino mas bien, momentos, circunstancias o cosas maravillosas que debemos atesorar, porque simplemente nos sacan una sonrisa o nos producen una sensación cálida y acogedora en el corazón.

A continuación, te comparto la lista que hasta ahora he recopilado:
  1. Dormir hasta tarde
  2. Cantar en el baño
  3. Comer finalmente esa comida que estabas deseando
  4. Abrazos que duran más de un minuto
  5. Darse cuenta que es Viernes
  6. Voltear la almohada en medio de la noche y seguir durmiendo en el lado frío
  7. Despertar y darse cuenta que aún te quedan muchas horas mas por dormir
  8. Dormirse recién bañado en una cama recién cambiada
  9. Averiguar el nombre de la canción que se ha quedado atascada en tu cabeza
  10. Cantar karaoke a todo pulmón
  11. Conseguir una sonrisa de esa persona especial
  12. El olor de la cabecita de los bebés
  13. Ganar una discusión
  14. Quedarse dormido con la lluvia
  15. Escuchar los pajaritos cantando afuera de la ventana por las mañanas
  16. Empacar para irse de vacaciones
  17. Tener un par de zapatos cómodos pero bonitos
  18. Reírse hasta llorar o hasta que te duela el estómago
  19. Contemplar un atardecer con buena compañía y un buen vino
  20. Mecerse en una hamaca con los ojos cerrados
  21. Fotos tiernas de bebés como las de Anne Geddes
  22. Videos de perros y gatos haciendo cosas lindas
  23. Desprender perfectamente una etiqueta adhesiva
  24. Darse un largo baño en tina con agua caliente y sales de baño
  25. Que te llamen hermosa
  26. Demostrar que una persona inteligente está equivocada
  27. Acostarse en la hierba y mirar las nubes en el cielo
  28. Disfrutar de un cielo estrellado por la noche
  29. Meditar
Ahora, que he compartido mi lista contigo, me gustaría que compartieras conmigo algunas nuevas cosas que yo no haya incluido, para agregarlas a la lista. Cuéntame que cosas te producen sensaciones agradables dignas de una sonrisa.

lunes, 16 de enero de 2017

Lección de karma


Así es la vida, no hay peor error que desearle mal a otra persona, porque todo lo que hagamos tanto de obra como de pensamiento, se nos regresa, en muchas ocasiones, duplicado y triplicado. 

Porque todo aquel que obra mal, al final le irá mal; puede que al principio parezca que le está yendo bien o según lo planeado, pero tarde o temprano, la vida le pasará la factura, eso es Karma y de la Justicia Divina nadie se escapa. Así que, como dice el escrito, es mejor ser bueno y hacer el bien.

sábado, 14 de enero de 2017

Dejar para mañana lo que no se puede hacer hoy

Mi esposo llegaba todos los días del trabajo y decía absolutamente escandalizado (pero en son de broma) "todavía están puesto los adornos de Navidad?". El sabe que hago lo que puedo. Y no fue hasta el día de ayer, viernes 13, que pude quitar todos mis adornos navideños, guardarlos en su sitio y regresar los adornos tradicionales a sus lugares. El árbol de Navidad, lo sacó mi hijo y hasta me ayudó a barrer las hojitas que habían en el piso donde antes estaba. De igual forma, él también me ayudó a bajar las cajas para guardarlo todo y a subirlas de vuelta, porque definitivamente, yo no habría podido hacerlo.

He aprendido a no desesperarme por las cosas que no puedo hacer. Si alguien quiere que algo se haga lo antes posible, entonces puede hacerlo él mismo. Si algo depende de mi, entonces será en mi tiempo y espacio, porque las leyes de la física funcionan diferente cuando se trata de mi cuerpo; los minutos, horas y días pasan a otra velocidad, y llego a mi destino en el momento exacto en que puedo hacerlo. Ni antes ni después.

Así que en este caso particular, mi consigna es: si soy yo quien tiene que quitarlos, entonces será...  cuando pueda (es decir, cuando me sienta un poco bien), cuando quiera (o sea, cuando tenga el ánimo adecuado), y además cuando tenga tiempo, fuerzas y ganas. Una combinación que no se logra todos los días. Porque puede ser que cuando tenga ganas y desee hacerlo, no tenga el tiempo o las fuerzas necesarias. O cuando tenga el tiempo y los deseos, no me sienta bien. En fin, finalmente llegó el día en que se conjugaron todas las circunstancias y pude hacerlo. Y mientras me duraron las fuerzas, hasta pude hacer otras cuantas cosas en la casa. 

Pero, ojo, hay que decidir lo que queremos lograr:
  • Queremos hacer algunas cosas, pero estar enteros mas tarde
  • Queremos terminar ciertas a pesar del dolor, porque son importantes para nosotros

Si queremos estar enteros mas tarde, hay que detenerse apenas el cuerpo te avisa que es el momento, o sea, cuando sientes la primera punzadita en la espalda, o te das cuenta de lo mucho que te duelen los pies. Prontamente, paramos, nos refrescamos, descansamos, hacemos lo que sabemos que puede ayudarnos o aliviarnos, y seguramente mas tarde, no estaremos en tan malas condiciones, y habremos logrado parcialmente nuestras metas para ese día. 

Pero hay ocasiones en que uno decide seguir a pesar del dolor, hasta terminar ciertas cosas que consideramos importantes (porque sabemos que no siempre podemos hacerlo todo). En este caso, yo por ejemplo, estoy consciente de que si sigo, mas tarde no voy a servir para nada. Entonces, procedo a terminar lo que está a mi alcance dentro de mis prioridades y cuando el dolor ya se vuelve insoportable, paro, bebo agua, me refresco, me doy un baño con agua caliente (para relajar los músculos), si lo considero necesario me tomo un relajante muscular o una pastilla para el dolor, y me recuesto a ver televisión. Me desconecto del mundo y el resto de las cosas tendrá que hacerlas alguien mas o se harán otro día. Así de simple y sencillo. 

Ya no sufro por lo que no puedo hacer. He aprendido a aceptar mis limitaciones y sentirme tranquila con mis decisiones. Si a los demás no les parece, es su problema, no el mío. Yo me siento contenta de haber podido lograr que hice, porque era mi meta para el día, y pude hacerlo. Pero afortunadamente, tengo gente en mi casa que la mayor parte de las veces entiende como funcionamos mi cuerpo y yo.

Moraleja: Deja para mañana lo que no puedes hacer hoy.

Mil Bendiciones para todos,

jueves, 12 de enero de 2017

Testimonio desde Panamá

Hola a todo(a)s,

Quisiera compartirles mi testimonio.

Desde pequeña he sufrido de dolores en las piernas durante las noches, lo que los pediatras le llamaron "dolores de crecimiento", en lo que estaban equivocados ya que, ni crecí mucho, y persistieron durante la adolescencia y mi vida adulta. También durante mi niñez me fue diagnosticada epilepsia (ausencias y sacudidas involuntarias de las extremidades). Ya en mis 20s se afincaron los dolores de espalda y cuello crónicos, en las piernas y pies, adormecimiento, parestesia y migrañas. Esto sin contar con un estado de ansiedad perpetuo. Y después de varias visitas a psicólogos y psiquiatras, les dijeron a mis padres que solo tenía ADHD o ansiedad generalizada. Sin embargo, todos estos síntomas estaban conectados y no eran condiciones paralelas.

A mis 25 años, al encontrarme en una disyuntiva profesional y sentimental tuve mi primera crisis severa. Por la cual tuve que dejar de trabajar por un período de tiempo, ya que no podía pararme de la cama. Levantarme para darme un baño y regresar era una de mis metas diarias por lograr. Lloraba cuando alguien me tomaba de la muñeca, tenía insomnio y ello hacía que afloraran los dolores en la espalda baja, que solo aliviaba la ducha con agua hirviendo directamente en el área.

Llegó un momento en que el dolor me agobiaba, no dormía más que dos horas diarias y la ansiedad, el dolor y la depresión me embargaron. Después de un tour médico por varios especialistas, incluyendo reumatólogos, psiquiatras y neurólogos, encontré uno que pudo diagnosticarme correctamente y me puso en un tratamiento de analgésicos, corticoides, anti-inflamatorios y ansiolíticos/antidepresivos, sin contar con el anticonvulsivo que tomaba desde los 8 años. Gasté un dinero importante en estos medicamentos y no me ayudaron en nada. Cada cuerpo funciona diferente pero en mi caso, solo me sentía drogada y adormecida, con el dolor siempre presente.

Investigué y en otros países como Estados Unidos, Argentina, España, Portugal y Canadá se estaba utilizando el Cannabis para el tratamiento integral de esta afección. Me aventuré a conseguir un poco bajo cuerda y he podido extraer el ingrediente activo medicinal (CBD) en tinturas, aceite, y miel, además de vaporizarlo para no tener que fumarla. Y es lo único que me ha ayudado a manejar el dolor, ansiedad, estrés e insomnio. Lo demás fue un cambio integral en mi dieta, bajar de peso, hacer ejercicios de bajo impacto como el Yoga y la natación, y la acupuntura.

Ya tengo dos años sin crisis, aunque siempre tengo arranques de dolores generalizados durante mi ciclo menstrual. Pero lo más importante es siempre encontrar esa fuerza interior para seguir adelante un día a la vez. Tomar cada tarea frente a ti y seguir con la que viene. Un paso a la vez, y además... siempre SIEMPRE tener la actitud más positiva que se pueda tener, manejar el estrés de la mejor manera y no preocuparse mucho por las cosas, y así no sumarse más estrés del que uno ya tiene.

Disculpen por el largo del texto, pero espero que sirva para compartir experiencias y aprender las diferentes formas que hay disponibles de manejar esta condición.

Saludos y mucha fortaleza.

Marge--

jueves, 5 de enero de 2017

Muchas Gracias




El año pasado fue un poco duro para mí. Estuve prácticamente enferma todo el año; casi no salía de las crisis; tuve problemas familiares, emocionales, económicos, etc. Y cuando ocurren tantas circunstancias del mismo tipo, solo se intensifica la depresión, y realmente en ese estado de ánimo no hay nada que uno pueda decir que no suene negativo, y cualquier intención o deseo que uno pueda tener de querer animar a otro, se desvanece, porque el que necesita ánimo es uno mismo.

Bueno, año nuevo, vida nueva. Ya siento que estoy saliendo de tanta oscuridad, y siento optimismo de que las cosas este año serán mejor. Así que solo quería pasar y agradecer a todos los que estuvieron allí para mí de una u otra forma.

Mil Gracias, Mil Bendiciones y Feliz Año Nuevo 2017!

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