domingo, 9 de junio de 2019

Cuando lloras sin razón

Te ha ocurrido que lloras con facilidad, quizás viendo una película, al tener un recuerdo, escuchando una canción o melodía, o simplemente porque sí, sin ninguna razón aparente? 

Es obvio que cuando estamos teniendo crisis de dolor, estamos muy sensibles emocionalmente y el mismo dolor nos hace llorar. En mi caso es cuando mi dolor está en una intensidad de 10, en una escala del 1 al 10. Pero hay ocasiones que el dolor puede estar en 7 u 8, y aunque sea bastante alto para una persona normal, a pacientes como nosotros ya no nos hace llorar, mas sin embargo, si nos hace sentirnos hiper-sensibles y podemos romper en llanto sin saber porqué.

El asunto es que no es "sin razón", siempre hay una razón para todo. Algunas veces rompemos en llanto por dolor, cansancio, al sentirnos abrumados, al tener discusiones que sentimos infructuosas, por felicidad, por emoción, por ternura, al haber alcanzado una meta o conseguido un logro, porque algo resultó de una manera distinta a la esperada, etc. Son tantas las razones por las cuales podemos llorar, aunque a veces no logramos entender las causas, todos tenemos diferentes grados de tolerancia ante el llanto.

Les voy a contar una pequeña historia. Yo trabajaba en un Banco y tenía en mi llavero, todas las llaves juntas (las de mi casa, mis oficinas y la entrada del Banco). Una noche, al llegar a mi casa, me percaté de que no tenía las llaves. Llamé a la oficina para que revisaran si se me habían caído, pero nadie las encontró. Entré en pánico y creo que casi ni dormí esa noche. El día siguiente cuando llegué al trabajo, no sabía como decirle a mi jefe lo que había pasado. De repente, el conserje se acerca a mi en la cafetería y me pregunta si el llavero que traía en las manos era mío. La ráfaga de emociones que sentí, eran de todas clases: alegría, alivio, desconcierto, pero sobre todo me sentía agradecida por que hubieran aparecido. Y de repente rompí en llanto descontroladamente, que ni yo misma entendía que estaba ocurriendo.

Esto es tensión acumulada, que al ser liberada, fluye sin control. Después de estar sometido a un nivel de estrés tan alto, al momento en que todo mejora, el cerebro se inunda de neurotransmisores que provocan un incremento en los niveles de endorfinas; ese salto de la angustia al bienestar puede ser tan violento como si se hubiera roto un dique dentro de nosotros y todo se desborda. El cuerpo humano reacciona de formas que escapan a nuestro control. Hay personas muy centradas y controladas, que pueden manejar estos cambios emocionales de manera impasible. Sin embargo, quienes pasamos casi todo nuestro tiempo sufriendo dolor físico, usualmente tenemos un umbral de tolerancia emocional bastante bajo y tendemos a llorar con facilidad. 

El estrés proviene de tantas  circunstancias diferentes. No solamente al de estar en crisis por períodos largos o con fuertes dolores por muchos días seguidos, sino también cuando tenemos confrontaciones frecuentes con familiares o seres amados, cuando tenemos enfermos en la familial, o problemas económicos. En el momento en que empezamos a sentir alivio real, se rompe el dique y se libera el llanto.  Esto no es malo, al contrario, es catártico, y en estos casos, muchas veces después de echar una buena llorada, nos sentimos mejor, y aunque cansados, nos sentimos frescos, liberados.

Así que la próxima vez que sientas que estás llorando sin razón, no lo analices mucho. Llora, grita, maldice, solloza, haz todo lo que necesites para sentirte mejor. Aprovecha todas las oportunidades que tengas para liberar estrés.

Que tengas una maravillosa semana llena de Infinitas Bendiciones!

miércoles, 5 de junio de 2019

Busca dentro de ti y encontrarás Amor


Todo en la vida es difícil, sobre todo experimentar dolor físico constantemente. Pero no nos podemos echar a morir, hay que hacer lo mejor se puede con lo que se tiene. Esta fue la lotería que te tocó, y revolcarnos en el pesar, preguntándote "¿Por qué a mi?", no te ayuda en nada. Siente amor por ti mismo, ten consideración hacia tu persona, dale a tu cuerpo lo que te pide y lo que necesita. La vida es dura en general, tratemos de no ser duros con nosotros mismos. Busca dentro de ti, y te darás cuenta que ese amor que sientes por ti mismo, también lo puedes reflejar hacia los demás. Saca lo mejor que tienes, todos los días, y verás que a pesar de todo, tus días serán mejores. Qué el dolor no domine tu actitud ante la vida! 

Agradece a Dios o al Universo, todos los días, por todas las cosas positivas que hay en tu vida. 

Mi cuerpo a veces se siente adolorido, pero funciona.
No duermo bien la mayoría de las noches, pero me levanto para pelear otro día.
Mi billetera no está llena pero mi estómago sí.
No tengo todas las cosas que siempre quise, pero sí tengo todo lo que siempre necesitaré.
Estoy agradecido porque aunque mi vida de ninguna manera es perfecta, es mi vida y soy feliz.

Que tengas una Bendecida Semana!


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