Hace unos meses fui a visitar a mi reumatólogo y me preguntó como andaba mi blog. Me dio mucha tristeza decirle que realmente ya casi no estaba escribiendo mucho. Pero su comentario me llenó de inspiración; me dijo que escribir en el blog era bueno para mi porque ayudaba a otras personas. Y es justamente lo que siempre he pensado, pero desde que nació mi nieto prácticamente toda mi atención y energía, la he enfocado en él, lo que me deja con casi nada de fuerzas para hacer otras cosas. Eso también fue bueno para mi, porque me daba una razón para levantarme de la cama por las mañanas. Pero también me hizo darme cuenta que para poder ayudar a otros, primero necesito ayudarme a mejorar yo misma.
Como ya les había comentado anteriormente, el año pasado fue difícil para mi salud en general, pero ya me encuentro mejor y quiero compartir mis experiencias y seguir ayudando a otros, que como yo, intentan salir adelante cada día con dignidad y calidad de vida.
Con este propósito, siempre estoy leyendo libros y artículos de salud o autoayuda. Y una vez leí algo sobre Los hábitos de una Mujer Exitosa. Obviamente, este texto no parece tener nada que ver con fibromialgia o dolor crónico, sin embargo, en mi mente, pude orientarlo a ese fin y aquí se los comparto.
Invierte en tu desarrollo personal
Ve mas allá de tus propios límites, sal de tu zona de confort, expande tus horizontes, busca maneras de crecer y aprender.
Si trabajas, procura no excederte. Toma todos los descansos necesarios, sal temprano del trabajo y los fines de semana, haz algo diferente, aunque sea una sola cosa. Visita a un amigo o pídele algún amigo que venga a visitarte. Si tienes medios económicos, toma una clase de yoga, ve al cine, a comer o tomarte un cafecito con amigos o familia o algún lugar donde puedas jugar algo. Si no puedes costearte ciertos lujos, organiza actividades con tus amigos o familia, haz un picnic en el parque, organiza una tarde de juegos de mesa, medita, lee o mira películas en casa o simplemente sal a dar un corto paseo o siéntate en el portal o balcón de casa. La idea es hacer algo diferente al resto de la semana, cambiar de ambiente, refrescar tu mente.
Si no trabajas, y aún no tienes ningún hobbie, consíguete uno o aprende algo nuevo. En Youtube hay tutoriales para aprender hacer muchas cosas, sobre todo artesanías (tejer, cocer, artes manuales, adornos con material reciclado, etc.). Si puedes, toma un curso (yo por ejemplo, estoy pensando en tomar clases de cerámica). Dedícale aunque sea, un día a la semana (si puedes mas, mejor), y desarrolla nuevas habilidades. Esto no solo te ayuda a crecer y te distrae, también te proporciona una sentimiento de logro que te ayudará a ser una mejor versión de ti mismo.
Termina lo que comienzas
Las cosas sin terminar son fugas de energía. Usualmente somos personas perfeccionistas, queremos hacerlo todo perfecto y cuando no podemos completar algo, porque nuestra condición no nos lo permite, quedamos con proyectos sin terminar. Como a todas las personas, nos encantaría hacer muchas cosas, pero a veces, por causa del dolor o el cansancio, las dejamos a medias. Es importante, que en la medida de nuestras posibilidades, saquemos el tiempo para terminar un proyecto a la vez. Cerrar ciclos te ayudará a sentirte mejor contigo, por tus logros, y a cumplir con los objetivos que te plantees mas adelante.
Fija objetivos
Si no sabes lo que quieres, nunca lo conseguirás. Examínate para determinar las cosas que te gustaría lograr, pero plantea objetivos que puedas realmente alcanzar. Tenlos siempre presente: recorta figuras de revistas, escríbelos en un tablero blanco, pégalos en un tablero de corcho (Vision Board), confecciona listas de los pasos a seguir para lograr tus objetivos. Puedes elaborar una especie de album con todos tus objetivos. Puedes hacerlo físico, en tu computadora o en tu celular. Lo importante es tener tus objetivos a la vista, lo que te ayudará a moverte en la dirección correcta.
Planifica
Acostúmbrate a planear tu día, tus finanzas, tu tiempo y tus actividades. Al principio puede costarte trabajo, pero si lo sigues haciendo, verás como te ayuda a mantener tu vida ordenada. Cuando estamos enfermos, necesitamos estructura y rutinas para hacer frente al día a día. Planificar nuestro tiempo y actividades, te permite cumplir con lo necesario, sin excederte. Cuando te acostumbras a planear las cosas cotidianas, se hace mas fácil planificar el camino hacia tus objetivos.
Toma acción
Muchos sueños mueren porque nadie los materializa. Da el primer paso hacia tu meta. Luego el segundo. Busca como dar el tercero y así sucesivamente. No importa la velocidad. En cámara lenta también se llega a la meta. Tomar acción es la parte más difícil, pero se puede hacer. Depende de como hayas Fijado tus Objetivos y que tan bien hayas Planificado. Tú, mejor que nadie estás consciente de tus limitaciones, pero también conoces tus virtudes, y sabrás cuándo y cómo tomar acción. Lo importante es empezar. Eventualmente llegarás a donde quieres estar.
Persiste
Te vas a encontrar con obstáculos, eso es inevitable. No importa, hacen la vida interesante. No dejes que te paralicen, míralos como pruebas; te pueden interrumpir o atrasar, pero superarlos te permitirá crecer y lograr tus objetivos. Persiste, no te rindas. Encuentra la forma de darles la vuelta, pide ayuda, reza, llora, grita, se obscena, haz un alto y respira, come helado y chocolates. Si lo necesitas, detente, toma un descanso y luego reanuda. Haz lo que sea necesario, pero continúa, no te rindas.
Enfócate en una cosa a la vez
No importa que tan increíblemente capaces o extraordinarias hayamos sido en el pasado, la realidad es que el dolor, el cansancio y la neblina mental son factores que afectan la capacidad de llevar a cabo tareas simples, y aún más, tareas complejas. Tu tiempo, dinero, atención y energías son limitados, por lo tanto, es mas sencillo enfocarte en una sola actividad a la vez. Pero, si decides desarrollar varios proyectos, entonces procura trabajar en un solo proyecto cada día, para evitar distracciones y lograr tus objetivos. Recuerda tus limitaciones, si te desgastas, terminarás dejando cosas a medias.
Celebra y descansa
No eres una máquina, eres una persona con limitaciones. No te olvides que tu cuerpo tiene necesidades especiales. No te extralimites. El descanso es fundamental para que tu mente y cuerpo funcionen. Aprecia lo que has hecho, lo que has aprendido y lo que has logrado. Siéntete satisfecha contigo misma, porque a pesar de tus limitaciones, consigues tus objetivos. Celebra cada vez que completes un proyecto.
Agradece siempre
Esto es lo mas importante. Esta sencilla práctica te pone en un estado mental positivo y te ayuda a sentirte satisfecha. Es una manera de demostrarle al universo que estás lista para recibir mas, porque te lo mereces. Acostúmbrate siempre a buscar la luz y apreciar su existencia. Cuando enfocas tu energía en algo importante para ti, logras materializarlo. No te quejes tanto y concentra tu fortaleza hacia el agradecimiento.
Recuerda:
Una mujer exitosa no se hace de la noche a la mañana, se va formando con pequeñas acciones en su día a día. No debemos clasificarnos a nosotras mismas simplemente como mujeres enfermas; nuestro cerebro sigue funcionando bien (aunque algunas veces con algo de esfuerzo), aún podemos expresarnos, sentimos ilusión, emoción y deseos de superación. Sacar proyectos adelante, aunque sean pequeños, es un triunfo. Y sin duda alguna nos hacen mujeres exitosas y extraordinarias!