Cuando se tiene mucho dolor en diferentes lugares del cuerpo, al mismo tiempo, y sobre todo por periodos prolongados, con mayor frecuencia se encuentra uno susceptible de caer en depresión. A veces no nos damos cuenta que estamos deprimidos, porque no nos sentimos exactamente tristes. Estamos sensibles, las palabras o gestos de otros nos afectan mas que de costumbre, nos sentimos llenos de ansiedad, tenemos poco o ninguna tolerancia con las demás personas, vemos hasta lo mas mínimo que sea negativo, o nos sentimos muy atribulados o abrumados, a veces por cosas que luego nos pueden parecer insignificantes. En estos momentos es difícil darnos cuenta que nos duele mas, si el cuerpo o alma. El dolor emocional es como una llaga en nuestro pecho, que con cada momento que pasa se va haciendo mas grande, hasta el punto que sentimos que ya nada nos importa.
Pero lo nocivo de esto, es que se va formando un círculo vicioso muy negativo: me siento mal, me duele todo, me siento de un ánimo terrible, lo que no me ayuda para nada con mi dolor, y entonces me siento mas adolorida, mas malhumorada, y así sucesivamente. Muchas veces se hace muy difícil romper este oscuro círculo, pero definitivamente eso es justo lo hay que hacer para salir adelante.
Pienso que para lidiar de forma acertada con el dolor físico, ya sea por fibromialgia, artritis, síndrome de fatiga crónica, lesiones en la columna o cuello, migrañas, o lo que sea, definitivamente debemos hacerlo con nuestro espíritu enfocado de forma positiva hacia una meta clara: luchar con el dolor crónico. Porque en estos casos, estamos hablando de dolor permanente, constante, que aumenta o disminuye, cambia de lugar, se hace mas evidente o se vuelve parte de uno. Este tipo de dolor crónico siempre está y estará allí, y lo único que tenemos para enfrentarlo es nuestro temperamento. No podemos evitar caer en estados depresivos ocasionalmente, esto le pasa hasta a las personas que toman antidepresivos, pero lo que si debemos hacer es aprender a reconocer cuando estamos depresivos y buscar formas de contrarrestarlo. Yo se, por experiencia propia, que es mas fácil decirlo que hacerlo, pero en nuestro caso, simplemente no queda otro remedio.
Cuando te pones ropa incómoda, generalmente también te hace lucir mal; y por el contrario, cuando vestimos ropa cómoda, nos sentimos mejor, por tanto nos vemos mejor. Pues el ánimo es como un vestido. Puede ser un buen vestido, cómodo y bonito, o incómodo y feo. Debemos aprender a manejar el ánimo, a ponerlo, quitarlo o cambiarlo, cuando nos percatamos que nos hace sentir incómodos y nos hace ver horrible. Es asunto de cambiar nuestra disposición de negativa a positiva. De nuevo, es mas fácil decirlo que hacerlo.
El primer y mas importante paso es justamente darse cuenta que nuestro estado anímico no es el mas adecuado y necesitamos sacudírnoslo. Esto aporta positivismo al reto de salir de este estado. En principio, lo primero que yo hago es respirar lenta y profundamente cinco veces, con los ojos cerrados, imaginando hermosos paisajes de la tierra, agua, sol, campo y bosques; luego me coloco el iPod con mi música favorita o música para meditar, y así logro relajarme, y seguir adelante. Una vez relajado, uno logra ver las cosas de otra forma.
Para resumir, los pasos para salir de estado depresivo o negativo, son los siguientes:
- Aceptar la situación: el dolor siempre estará presente, pero yo tengo la prerrogativa de estar de buen o mal humor.
- No se tome las cosas tan en serio: esto nos recarga de energía negativa innecesaria, y nos llena de estrés.
- Elimine las relaciones negativas: disminuye la cantidad de tiempo que pasas con personas que te imponen estrés o te hacen sentir de forma negativa.
- Reduzca su velocidad: camina y habla mas lento, esto ayuda a tu cerebro a pensar con mayor claridad, relaja tu cuerpo y te libera de tensión.
- Ejercítese: haz algún ejercicio regular, como dar una caminata diaria, lo recomendable es que sea algo que te resulte agradable; el ejercicio siempre libera la tensión interna, y ayuda tanto a la mente como al cuerpo.
- Encuentra cosas por las cuales estar agradecido: para convertir un estado emocional negativo en positivo, no hay nada mejor que apreciar nuestra vida y lo que nos rodea, ya sea el buen clima o el delicioso postre del almuerzo.
- Buscar soluciones o alternativas: el dolor crónico no tiene solución, pero hay mecanismo para lidiar con él; mortificarse solo provoca mas tensión y no te permite pensar positivamente.
- Haz sólo una cosa a la vez: cuando estamos con crisis de dolor, hacer una sola cosa a la vez, reduce la tensión y nos ayuda a lidiar con las tareas mas eficientemente.
- Hable con gente que pueda comprenderle: quizás puedan ofrecerte consejos que le hayan funcionado a ellos y puedan ayudarte a ti; o simplemente pueden escucharte y ofrecerte apoyo. Al hablar, sacamos lo que llevamos por dentro y nos ayuda a relajarnos.
- Haz algo que le guste: si es posible, algo que te hace feliz; puede ser desde algo tan simple como comernos un chocolate o jugar con el perro, hasta hornear un pastel, bailar o irnos al cine; cada persona se conoce lo suficiente para saber que puede ayudarle a relajarse.
Exacto a esto es a lo que refiero...
ResponderBorrarGracias estimado amigo, que linda informacion, muy util para mi, ya
ResponderBorrarque muchas veces el dolor es muy fuerte y la depresion me ataca
tambien, porque cuando me duele mas es cuando mas me deprimo.
Mi situacion es un poco dificil, porque ademas que tengo fibromalgia ,
tambien artritis y 1 disco herniado (L-5 S1), por supuesto que es una
lucha diaria con la depresion. Ahora que he aprendido a manejar un
poquito el computador, me ha servido mucho porque me mantiene la mente
ocupada, estudiando, leyendo, compartiendo con mis amigos siberneticos
en facebook, etc. Si no fuera por esto y mis estudios de la Biblia
quiza ya me hubiese vuelto loca. Aprecio mucho cada informacion que me
puedas mandar, las he ido archivando, despues de leerlas.
Que Dios te bendiga.
29 de septiembre de 2010 02:12