Como la fibromialgia es una enfermedad difícil de demostrar, muchas veces nuestros seres queridos secretamente pueden considerarnos hipocondríacos o perezosos, y nos dicen “que todo está en nuestra cabeza”, o peor aún que necesitamos hacer ejercicio, perder peso o tomar antidepresivos.
Los médicos pueden ser aún peor. Si creen que la fibromialgia es real - y algunos no lo creen en lo absoluto - su primer impulso es enmascarar los síntomas, prescribiendo medicamentos. Los pacientes a menudo se la pasan en un tiovivo médico, viendo doctor tras doctor tras doctor, y terminan más confusos y desorientados que antes, hasta llegar a pensar, “tal vez si estoy loco, después de todo.”
Sin embargo, cualquiera que haya pasado días sin poder dormir bien, o no dormir en lo absoluto, sufra de dolores crónicos, no tenga nada de energía ni fuerzas para realizar las actividades que siempre le gustaron, y para colmo de males, se la pasa yendo de un médico al otro, solo para sentirse peor con el pasar del tiempo, definitivamente también se sentiría como loco.
Las medicinas tradicionales para fibromialgia que incluyen medicamentos para el dolor, antidepresivos (como Cymbalta), anticonvulsivos (como Lyrica), relajantes musculares, tranquilizantes, etc., pueden proporcionar alivio a corto plazo, pero sus resultados con frecuencia son pasajeros y sus efectos secundarios pueden crear más síntomas. Es bastante habitual que pacientes con fibromialgia, estén tomando doce o más medicinas, muchas de las cuales contribuyen a la ansiedad, 'fibro neblina', depresión y fatiga general.
Nuestros cuerpos cuentan con ciertos químicos para hacerle frente al estrés, como vitaminas, minerales, hormonas, neurotransmisores, etc. (entre algunos, serotonina, dopamina, norepinefrina, cortisol) que nos permiten manejar momento a momento, el estrés del día a día. Sin embargo, mientras mas estrés tenemos, mas uso hacemos de estos químicos; la falta de sueño, el estrés crónico, deficiencias nutricionales, el uso de medicamentos, y otros factores estresantes nos pasan su factura, desgastando nuestras reservas anti-estrés, y el cuerpo empieza a sentirse abrumado y terminamos teniendo mala salud y mala calidad de vida.
Teniendo todo esto en mente, podemos concluir que definitivamente no estamos locos, sino que estamos envueltos en un terrible círculo vicioso, del cual tenemos que salir cuanto antes, para restaurar el bienestar general. Realmente somos guerreros, porque como dice el dicho “No hay mal que dure 100 años, ni cuerpo que lo resista”. Pues nuestros malestares no durarán 100 años, pero duran muchos años, y durante este tiempo, solo nosotros somos responsables de mantener nuestra cordura intacta, lo cual es prácticamente una hazaña.
Para sentirnos bien de nuevo y tratar de revertir los síntomas de la fibromialgia, entre otras cosas, debemos modificar o mejorar nuestra alimentación a fin de recibir los nutrientes que ayudan a restablecer los químicos del cerebro, que a su vez regulan el dolor, el sueño, la energía, los estados de ánimo, la digestión y la claridad mental.
La alimentación correcta es fundamental para la fibromialgia. Aquí dejo dos artículos de nuestro blog con referencia a la alimentación:
Fibromialgia y Alimentación
Como debemos comer cuando tenemos Fibromialgia
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