jueves, 7 de junio de 2012

Dando el brazo a torcer?

Hay tantos pensamientos que nos acompañan todo el tiempo, porque el dolor prologando no solo afecta al cuerpo, sino también a la mente; muchos de estos pensamientos están casi siempre allí, en la parte de atrás de nuestro cerebro, esperando una oportunidad para emerger, y otros surgen repentinamente, por una razón u otra.

Yo, por ejemplo, en estos días tuve el siguiente pensamiento: “siento que mi cuerpo conspira en mi contra, que es aliado del dolor … es como un mal matrimonio, en el que la esposa le permite a su marido que la maltrate.”

Cuando estás teniendo una crisis, todo es malo. Si te duelen las manos o los brazos, no puedes trabajar en la computadora, ni en el trabajo ni en tu casa, y a veces hasta bañarse cuesta trabajo.  Si te duelen las piernas o las caderas, no puedes mantenerte en pie ni sentado por períodos largos, así que se hace difícil, caminar, manejar o ir a trabajar. Si te duele todo el cuerpo, resulta una hazaña pararse de la cama para ir al baño, mucho peor para ir al trabajo.  Si te duele la cabeza, no soportas prácticamente ningún sonido, ni siquiera la música suave, y la luz o la claridad te molestan, por lo tanto quedan fuera de contexto, la computadora, el televisor, ir al trabajo o salir a la calle.  Todo es sumamente difícil, todo cuesta trabajo, todo se convierte en una proeza.

Lo peor es cuando sientes que mejoras de un dolor, y justamente te empieza otro en alguna otra parte del cuerpo.  Te hace pensar que tu cuerpo te estuviera castigando, que no te da tregua, y que esta situación parece no tener fin.  Entonces, la depresión se asienta y empezamos a pensar en dar el brazo a torcer.  Las cosas dejan de importarnos, no vamos al trabajo, no limpiamos la casa ni nos preocupa si hay ropa limpia, nos quedamos en cama todo el día… todo el tiempo. Caemos en la tristeza, la impotencia y la desidia, y estamos tan cansados que solo queremos darnos por vencidos.

Pero nuestro cerebro aún funciona, y aunque a veces nos traiciona con pensamientos negativos, podemos usar ese tiempo en blanco (en que estamos en cama) para planificar nuestra revancha contra la fibromialgia.

A veces debemos recordarnos a nosotros mismos que no tenemos que hacer lo mismo que el resto de la gente está haciendo.  A veces necesitamos hacerle entender a los demás que “yo necesito ser mi primera prioridad” y no dar el brazo a torcer.  A veces necesitamos tener un día de soledad y relajación, en el cual simplemente cerramos las cortinas, encendemos velas, tomamos un largo baño en tina, escuchamos música relajante, respiramos profundo, nos ponemos el pad eléctrico y descansamos.  Recargamos un poco las baterías y sacamos el estrés afuera.  Lo necesitamos y lo merecemos.

Deberíamos escoger un día al mes para hacer lo que nos dé la gana. Un día que sea solo nuestro, en el que no hagamos ninguna otra cosa que no sea relajarnos.  Organízate de modo que tengas suficiente tiempo para tomarte ese día, y según que tan estresante sea tu vida, podría ser una vez al mes o una vez por semana.  Tu lo decides… pero hazlo realidad.

Mi vida no está definida por la fibromialgia; por el contrario, yo soy quien le pateo el trasero todas las mañanas cuando me paro de la cama!!!


Por ©Mylene Wolf Fibromialgico.blogspot.com

4 comentarios:

  1. Hoy es un día como el descrito, tengo la responsabilidad de mis padres y no tengo mayor ayuda. Hay días que siento que no tengo vida propia, realizo las tareas prioritarias, y más de una vez, me la paso con el dolor a cuestas sin mencionarlo. Sí, cuántas veces he querido tirar la toalla, quedarme en cama....mis viejitos ya van dependiendo y tengo luchas internas, y éso cansa,agota muchísimo más.

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    1. He pasado por esto tantas veces, y lo peor es cuando tu lo sientes y los demás no te comprenden, hay días que no deseo ni siquiera levantarme de lacama, ni comer, ni bañarme, solo quedarme en mi cama meditando. Pero cuando te das cuenta estás perdiendote junto con todos los síntomas de la fibromialgia y es el momento de llenarte de ánimo y seguir combatiendo este mal.

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    2. Un día a la vez, no te presiones con lo que vendrá, como los alcoholicos, un día a la vez nos ayuda a sentir menos la carga. Ponte metas cortitas, yo funciono mejor así: me pongo una meta (tender la cama y limpiar el cuarto), mi recompensa una taza de café. Siguiente meta... barrer, recompensa... un trocito de chocolate. Esto parece tonto, pero mantiene mi mente ocupada pensando en la recompensa. Dependiendo de tu grado de dolor pueden ser metas pequeñas o más grandes, cuando yo tengo mucho dolor mis metas son pequeñas (tender la cama), cuando tengo menos dolor mis metas son mayores (barrer y trapear), cuando me siento "bien" mis metas son enormes jaja (limpiar la casa). Se que no es una solución, pero a mi me funciona para hacer más cosas sin estar pensando todo el tiempo en el dolor y el cansncio.

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  2. El problema es cuando uno también trabaja fuera de casa y hay que cumplir horario!parece que la vida girara alrededor de dolor continuo!

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